Tuve mis dudas a la
hora de elegir esta carrera en mi camino para preparar mi primer maratón. Pero
si de lo que se trata, es de coger confianza y como no, conseguir más fondo
para las largas distancias, esta carrera de 30 km calificada como ULTRA TRAIL, era
una gran prueba para verme a mí mismo en algo más que 25 km; mi máxima
distancia recorrida hasta el momento.
Me embarqué en esta
carrera. Tenía amigos en Zaragoza y aproveché el fin de semana para verlos y
correr el domingo en el campo de entrenamiento militar de el regimiento de
artillería de Castillejos. No me hacía mucha gracia el escenario pero la
organización por parte de los militares fue magnífica, algo seria, pero
estupenda. Rodeados por tanquetas a lo largo de los 30 km, nos seguían
ambulancias tiradas por caballos. Grandes puestos de avituallamiento y un campo
que me recordaba al campo castellano calizo con sus aromas a tomillo y romero.
Empecé tranquilo.
Algo excitado pero tranquilo. Las primeras pendientes fueron menos pronunciadas
de lo que esperaba así que las subí rápido y veloz sin ganas de ahorrar
fuerzas, quizás demasiado confiado pero mi cuerpo se sentía bien. No me enteré
casi de los primeros 9 km. Seguí tirando y llegué al km 18 tranquilamente. Me
tomé un gel en este km. En el km 22 nos unieron con otro grupo de corredores
que hacían una carrera de 14km. Creo que esto fue mala idea porque el ritmo era muy superior que el nuestro y te sentías zarandeado hacia un lado y otro cuando ibas ya un
poco pegado de fuerzas. Cierto es que te inspiraban más velocidad y fuerza pero fue peligroso sentirte cercado ya que puedes llegar a cometer más errores ya sea porque se sientes arroyado o porque piensas que albergas más energía y en las bajadas terminas arriesgando más de lo que debes. Vi en el último tramo
mucha gente lesionada que se los llevaban ambulancias.
Me quedaban los
últimos 5 km que eran en llano. Dejábamos a un lado las inclinaciones y me llegaron los calambres. No sé si surgieron debido a mi cansancio general o que mis músculos estaban acostumbrados a
las inclinaciones y al pasar al llano los gemelos
y los cuádriceps al mismo tiempo, de manera casi sincrónica empezaron a dolerme. Me parece extraño aunque mi conocimiento no es muy grande al ser un principiante pero es curioso que al llegar al llano tanto cuádriceps como gemelos empezaran quejarse. Tuve que agacharme pero volví a incorporarme y conseguí seguir corriendo dolorido bajando la
intensidad.
Fueron 4 km
intensos de dolor hasta la meta pero la gesta terminó con una superación personal ante el
sufrimiento de un cuerpo que sintió verdadero dolor por primera vez. Estoy seguro que este tipo de retos físicos me ayudarán a conocerme mejor y dominar mi mente haciendo frente al
dolor. Cuando crucé la línea de meta rompí en lágrimas por la tensión y
sentimientos acumulados. Mi tiempo fue de 2horas 46 minutos.
Puedo decir que ya he corrido mis primeros 30km y que mi entrenamiento para el MAPOMA de Madrid 2013 está en curso. He aprendido más sobre mí en esta carrera y, sobre todo, he descubierto que esto mismo pudiera ocurrirme en el Maratón. Tendré que hacer lo posible para prevenir los calambres.
Allá vamos
MADRID!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario