Quedan sólo seis
días para mi primer maratón (MAPOMA) y me están surgiendo las únicas molestias
que he tenido durante este año de entrenamiento. He leído que hay un gran
componente psicológico en estas lesiones previas a la gran cita. He escuchado
que incluso se pueden generar autolesiones por el miedo y los nervios, pero
¿será realmente este mi caso cuando estoy deseando que llegue este gran día
como nada en el mundo? También es cierto que la carga de km’s y entrenamiento
pesan ya y, la relajación por la víspera arriba a nuestro cuerpo haciendo por
consiguiente que sea más vulnerable. Lo que teníamos que haber hecho ya debería
estar ya terminado porque ya no hay tiempo para más. Sólo nos resta esperar
cuidadosamente: un tiempo de calma controlada donde la cabeza es el músculo más
importante, ahora, a dominar. Controlar los pensamientos negativos, controlar
las comidas y los posibles excesos producto de la ansiedad, controlar hacer
demasiados km para estar bien fresco, etc… controlar la cabeza, nuestro YO
racional, es el reino a calmar: el gran protagonista de estos últimos días.
Me siento con la necesidad de narrar mi experiencia personal porque gracias a la acción de CORRER he podido perder veinticuatro kilos. Este paso me ha posibilitado que recupere la comunicación con mi cuerpo y valore más la vida saludable, es decir, me acerque a la gran fuente de vida y energía: la Naturaleza. Restablecer este vínculo de comunicación con mi entorno me ha llevado a sentirme más completo y lleno, y esto, lo he conseguido gracias al RUNNING.
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